DESCRIPCIÓN, FASES Y CALENDARIO
El proceso constituyente que iniciamos ahora se desarrollará en las siguientes fases:
I) PROCESO PRE-ASAMBLEARIO
Fase 1: Debate de los principios de PODEMOS a partir de pre-borradores
01–15/Julio: Envío de pre-borradores sobre principios éticos, políticos y
organizativos
15/Julio–15/Septiembre: Proceso de debate ciudadano
En las próximas semanas, se enviará a todos los Círculos pre-borradores sobre los ejes principales que debemos resolver a lo largo de este proceso constituyente, es decir, para establecer los principios a) éticos, b) políticos y c)
organizativos.
Desde el momento mismo en que se envíen, cualquier persona podrá hacer propuestas de modificación o proponer textos alternativos sobre los que discutir, tanto en los Círculos como a través de las distintas herramientas informáticas que se van a habilitar para la discusión (ver documento adjunto sobre herramientas de participación). ¡Buscamos que el nivel de participación, intercambio de opiniones y pluralidad sea el máximo posible!Todas las propuestas presentadas (tanto los pre-borradores alternativos como las distintas propuestas de modificación, ampliación o enmienda que se reciban) serán públicas y serán sometidas a deliberación común. Este período de
debate pre-asambleario tendrá una duración mínima de dos meses y cada Círculo decidirá sus propios métodos y herramientas para llevarlo a cabo: debate asambleario, comisiones de trabajo, discusión pública en la Plaza Podemos de Reddit, encuentros semanales en AppGree, etc., en función de sus necesidades.
(Como veréis, las herramientas informáticas nos ayudarán a ordenar la discusión desde el arranque mismo del proceso pre-asambleario).
II) PROCESO ASAMBLEARIO. ASAMBLEA CIUDADANA PODEMOS
Fase 2: Presentación de borradores para el Encuentro Ciudadano desde septiembre hasta la fecha del Encuentro (fecha aún por determinar)
Presentación y formalización de borradores.
Cualquier persona miembro de podemos podrá formalizar borradores de cada uno de los tres ejes (ético, político, organizativo), a partir de versiones enmendadas de los pre-borradores (presentados por cualquier persona y discutidos por todos y todas durante el proceso pre-asambleario) o bien presentar textos nuevos (que se elaboren teniendo en cuenta los debates y las propuestas recogidas durante los
meses anteriores).
Para formalizar un borrador será necesario:
- Contar con el aval de un Círculo (sólo el aval, el círculo no defiende la ponencia)
- Designar a 5 personas para su exposición y defensa durante el proceso de la Asamblea.
- Podrán enviarse borradores sobre uno, dos o los tres ejes propuestos (ético, político, organizativo).
- El envío de borradores se realizará por correo electrónico a: asambleaciudadana@podemos.info
- La fecha tope para formalizar borradores se comunicará más adelante, pues dependerá de la fecha final del Encuentro Ciudadano (que constituirá la última fase de la deliberación colectiva).Hasta su defensa final en el Encuentro, cada grupo que haya propuesto un borrador podrá enmendarlo, transaccionarlo con otros, corregirlo, discutirlo, etc. La idea es que se tenga el tiempo suficiente antes del Encuentro para que las diferentes alternativas se presenten, se den a conocer y puedan ir componiendo entre ellas opciones de consenso. Para ello, todas las propuestas se irán haciendo públicas y discutiendo según se vayan presentando (para esta fase, también las herramientas
informáticas podrán resultar de cierta utilidad).
Importante: para hacer la discusión más accesible a todos, la discusión se realizará sobre textos generales de principios organizativos (no sobre estatutos desarrollados como texto jurídico). Sin embargo, los responsables de cada ponencia
tienen que asegurarse de que el texto que defienden queda soportado por unos estatutos jurídicamente compatibles en todos los aspectos con la legislación. El texto concreto de los estatutos se votaría conjuntamente con el texto de los principios organizativos. Para ayudar en esta tarea es posible contar con el apoyo de la comisión de legal de Podemos.
Fase 3: Encuentro Ciudadano hacia finales de octubre (2 días de duración) Última fase del proceso deliberativo
En este Encuentro se discutirán presencialmente las propuestas recibidas.
Los grupos que defiendan propuestas tendrán total libertad para asumir enmiendas, rechazarlas, transaccionar con otros textos y corregir sus proyectos, en base a los debates que tengamos durante el Encuentro.
A medida que se aproxime la fecha, os iremos enviando más información acerca del Encuentro y del sistema de presentación y defensa de las ponencias (tiempos de presentación, de réplica y contrarréplica, etc.).
Durante el Encuentro también se podrán presentar y votar resoluciones. El sistema de presentación de éstas (qué es una resolución, qué condiciones requiere para ser presentada, cómo y cuándo se votarán, etc.) también os lo enviaremos más adelante.
Con posterioridad al Encuentro, además de las resoluciones aprobadas, se colgarán en la web las propuestas definitivas que queden de a) principios éticos, b) principios políticos y c) principios organizativos de PODEMOS para que todos
podamos conocerlas bien antes de proceder a su votación final.
Fase 4: Votación de las propuestas definitivas
Las propuestas definitivas serán sometidas a votación popular mediante el sistema virtual ya usado anteriormente, quedando así aprobados los textos finales de los principios éticos, políticos y organizativos que determinarán el funcionamiento futuro de PODEMOS.
Fase 5: Presentación y promoción de candidatos y candidatas para los órganos de dirección
Tras la aprobación de los documentos, se abrirá un periodo de presentación y promoción de los candidatos y las candidatas que quieran proponerse para formar parte de los distintos órganos de dirección establecidos.
Fase 6: Votación de candidatos y candidatas para los órganos de dirección
Tras la fase de presentación y promoción de candidatos y candidatas se realizará una votación popular (también a través del sistema virtual que PODEMOS ha utilizado hasta ahora para todas las decisiones importantes).
Fase 7: La Asamblea Ciudadana Podemos concluirá con un gran acto público de presentación de los miembros elegidos para ocupar las distintas responsabilidades de los órganos de PODEMOS.
HERRAMIENTAS DE PARTICIPACIÓN
El equipo que estamos trabajando para el proceso constituyente de PODEMOS queremos que nuestras propuestas de debate se lleven a cabo de la manera más amplia posible, de modo que pueda opinar mucha gente y que, como resultado de la participación de todas y todos, los
borradores iniciales mejoren considerablemente. Por este motivo, ponemos a disposición de los Círculos los siguientes canales de comunicación, que permitirán llevar a cabo debates constructivos y hacer de PODEMOS una herramienta efectiva de cambio democrático:
1. Discusión pública en los Círculos
La idea es que los textos-borradores generen una discusión colectiva que sirva para reflejar la variedad de opiniones de la que nos enorgullecemos en PODEMOS y donde se puedan vehicular las propuestas de la ciudadanía. Y no
hay mejor vehículo que los más de 700 Círculos que se han creado en estos 5 meses de vida. Todos los Círculos recibiréis por correo electrónico los tres documentos (principios éticos, políticos y organizativos). Os proponemos que los discutáis abiertamente, añadáis un punto en el orden del día de vuestras asambleas para analizarlos y plantear propuestas, montéis grupos de trabajo para recoger el sentir de la calle o bien organicéis encuentros ciudadanos
específicos para tratarlos. En definitiva, aprovechad esta discusión para atraer a más gente, abriros a la calle y organizar los debates de tal manera que las propuestas reflejen las opiniones del mayor número de gente posible. Al final del proceso, enviad vuestras propuestas, ideas y comentarios a asambleaciudadana@podemos.info.
2. Discusión pública en la Plaza Podemos de Reddit
http://plaza.podemos.info - https://podemos.info/participa/herramientas/como-usar-reddit/
Todos las propuestas tal cual nos las enviéis serán colgadas en la Plaza Podemos de Reddit, donde se abrirá un espacio específico para su debate público.
La Plaza Podemos es la nueva herramienta que hemos abierto hace unos días y que, por ahora, nos ha servido para hacer entrevistas masivas a alguno de nuestros eurodiputados. La idea es llevar también preguntas sobre el desarrollo del proceso y la discusión de los documentos a esta plaza para todas aquellas personas que no están participando en los Círculos, bien porque no tienen tiempo
o sus circunstancias profesionales y/o personales se lo impiden, o bien porque viven alejados de las zonas donde ya hay Círculos en marcha.
La ventaja que nos ofrece esta herramienta es que se trata de un espacio de participación libre, donde todas las opiniones son válidas y es la propia comunidad (o sea, todos los que queráis participar) quien valora los comentarios
y propuestas, que quedan ordenados según el apoyo recibido.
Os invitamos a entrar, familiarizaros con la herramienta y votar las aportaciones que más os gusten.
Conforme nos mandéis vuestras propuestas, enviaremos a vuestro Círculo un usuario, que os permitirá entrar a los debates, defender vuestras posturas y contribuir así a hacer de esta plaza un espacio real de participación democrática.
Es importante resaltar y tener siempre presente que esta plataforma no es ningún espacio decisorio, es sólo un semillero de ideas y propuestas, y un lugar donde expresarse y debatir sin que haya la necesidad de llegar a unos consensos específicos ni que éstos se configuren con las propuestas y comentarios más votados.
3. Otras vías de participación y debate que estamos en proceso de poner en marcha y que os explicaremos y lanzaremos cuando sea viable su utilización.
Como veréis, todas los espacios que abrimos lo hacemos con el ánimo de dar cabida al mayor número de formas de participación ciudadana, que se ajusten a las necesidades, individuales y colectivas, de hacer valer vuestras aportaciones, sin las cuales este proceso no tendría sentido.
Sabemos que el uso de estas herramientas telemáticas cuentan con resistencias por parte de una parte no poco importante de la población, y en ese sentido además del tutorial de la herramienta que exponíamos antes, y del propio manual de uso de la plaza.podemos.info que encabeza siempre este espacio, estamos elaborando un video tutorial muy didáctico que os mandaremos en los próximos días. Con estos materiales y todo lo que nos vayáis requiriendo y elaborando os animamos a hacer talleres de formación, montar mesas, y todo lo que se os ocurra para acercar estas herramientas a la gente y hacerles perder el miedo.
Juntos vamos construyendo nuevas formas de participar.
Gracias.
COMPROMISO ÉTICO
La pertenencia a PODEMOS implica un compromiso ético con los valores centrales de la iniciativa que deberá ser suscrito por todas las personas que quieran participar en ella. Este documento preborrador propone los contenidos básicos de ese compromiso para su debate en los Círculos
PODEMOS, entre los votantes de PODEMOS y entre la ciudadanía en general como punto de partida. Las propuestas que nazcan del debate serán sometidas a votación en la Asamblea Ciudadana que se celebrará el próximo otoño, momento en el que se decidirán democráticamente sus contenidos definitivos.
-COMPROMISO ÉTICOPropuesta-
borrador
PODEMOS nace como herramienta para la participación ciudadana y la unidad popular. Aspiramosa recuperar la política para ponerla al servicio de las personas. PODEMOS es un método: la democracia. Promovemos la participación democrática directa de todas las personas en los ámbitos
de la decisión política, así como en la ejecución de las políticas públicas.
Como persona integrante de PODEMOS me comprometo a:
I. Defender la aplicación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en los ámbitos social, político e institucional de nuestra sociedad.
II. Promover la participación directa e igual de toda la ciudadanía en los espacios de adopción de
decisiones y en los ámbitos de ejecución de las políticas públicas.
III. Trabajar a favor de la recuperación de la soberanía popular y democrática.
IV. Velar porque la participación en PODEMOS sea siempre libre, voluntaria y abierta a todas las
personas que, sin distinción de su estatus civil, comparten la defensa de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el método democrático de participación ciudadana y directa.
V. Debatir con honestidad todas las opiniones y respetar a todas las personas con independencia de cuáles sean sus pareceres.
VI. Exigir y respetar que la elección de candidatos a cualquier institución de representación política
(cámaras municipales, diputaciones provinciales, parlamentos autonómicos, congreso de los diputados, senado, parlamento europeo o cualquier otro) se lleve a cabo mediante elecciones primarias abiertas a toda la ciudadanía, con listas abiertas sólo corregibles mediante criterios de género. Rechazar el transfuguismo y velar porque ningún cargo electo pueda formar parte de
PODEMOS si previamente no ha sido elegido para desempeñar tal función en un proceso de primarias abiertas y participadas por toda la ciudadanía.
VII. Exigir y respetar que cualquier pacto previo o posterior a las elecciones con cualquier otra formación política sea sometido a la aprobación democrática mediante la consulta abierta a toda la ciudadanía en todos y cada uno de los niveles territoriales de representación.
VIII. Exigir y respetar que cualquier cargo electo será un mero representante obligado a vincular sus decisiones al método abierto y democrático de participación a lo largo de todo su mandato.
IX. Promover que PODEMOS no se convierta nunca en una plataforma al servicio de profesionales
de la política, para lo cual todos los cargos electos de PODEMOS aceptarán:
a) La limitación salarial que se establezca con carácter general para cada nivel de representación.
b) La limitación que se establezca con carácter general sobre el número de funciones públicas que pueda desempeñar una única persona.
c) La renuncia a cualquier privilegio jurídico o material derivado de forma directa de la condición de representante.
d) El compromiso de transparencia y la rendición de cuentas a lo largo y al final de su actividad como representante.
e) El compromiso de inhibirse o abstenerse de participar en cualquier cargo o decisión que tenga o pueda tener influencia en su desempeño profesional pasado o futuro.
Suscribo este compromiso en libertad, entendiendo todos y cada uno de los puntos que aquí se señalan y asumiendo sus defensa como mejor garantía para la construcción de una sociedad más justa en la que todas las personas seamos más libres.
Documento: Pre-Borrador de ponencia política.
“La crisis del régimen de 1978, Podemos y la posibilidad del cambio político en España”
1. Contexto: crisis de régimen, ofensiva oligárquica y ventana de oportunidad.
El Estado español está atravesando una crisis que va más allá de la deslegitimación de sus élites políticas y que afecta a componentes centrales del sistema político y la institucionalidad, de la articulación territorial del Estado, del modelo de desarrollo y el equilibrio entre grupos sociales bajo la primacía de los sectores dominantes. A esta crisis algunos la venimos llamando desde hace años la crisis del régimen de 1978, para dar cuenta de una situación de agotamiento orgánico que, últimamente y de forma acentuada, se expresa de forma acelerada en una descomposición política y moral de las élites tradicionales, con la corrupción –que era el elemento engrasante del encaje político y económico del bloque dominante- como punta de lanza de su desprestigio junto con los ataques al Estado de Bienestar y a los derechos (laborales, sociales y políticos) adquiridos.
El movimiento 15M, junto con el ciclo de luchas que inaugura, contribuyó a articular una parte de las insatisfacciones que hasta ese momento estaban huérfanas o se vivían en forma aislada y despolitizada. Ayudó así decisivamente a introducir en el sentido común de época elementos impugnatorios del orden existente y que señalaban a las élites como responsables, agrupándolas simbólicamente y colapsando parcialmente, el juego de diferencias en el que descansa el pluralismo y la oxigenación del régimen. El 15M avejentó a las élites y a las
narrativas oficiales, poniendo en evidencia el agotamiento de sus consensos, de sus certezas, de los marcos con los que se distribuían las posiciones y se explicaba el rol de cada cual en el contrato social o se canalizaban las demandas ciudadanas. Con todo, esta acumulación de pequeñas transformaciones culturales no afectó por igual en todo el país ni alteró los equilibrios de fuerza electorales e institucionales.
El PP fue inicialmente el gran beneficiado de un terremoto que sacudió fundamentalmente a los votantes de la izquierda y que, paradójicamente, situó a las fuerzas conservadoras a la defensiva y alerta, pero permitió al PP una mayoría absoluta pese a recibir menos votos que los obtenidos por el PSOE en las elecciones de 2008. El 15M, al mismo tiempo, debilitaba la autorización electoral: ganar unas elecciones ya no era el único elemento de legitimación
política, y desde luego no constituye ya un cheque en blanco. Pero la desafección se ha producido sobre un terreno social y cultural fragmentado por 30 años de neoliberalismo, con las identidades colectivas -la de clase en primer lugar, pero también las narrativas ideológicas tradicionales- en retroceso e incapaces de servir de superficie de inscripción para articular todos los diferentes descontentos con el statu quo. Uno de los retos a los que se enfrenta Podemos es ser capaz de articular esos descontentos y sus identidades.
Mientras que en la calle aumentaban las voces de protesta en lo que ha sido todo un ciclo de movilizaciones de distintos tipos (sociales, políticas, laborales, etc.) en las instituciones el partido de la derecha acumulaba un poder inédito, en el que se apoyó para lanzar un duro y ambicioso proyecto de reforma oligárquica del Estado. El centroizquierda del PSOE, con un notable bloqueo de su imaginación política, apenas dijo nada que le permitiese conectar con el nuevo clima. Estaba, además, firmemente comprometido con el sostenimiento del statu quo y el programa de ajuste impuesto por la Troika, que le llevó a aceptar un rol subalterno con respecto al PP que no ha dejado de pasarle factura en las urnas desde entonces. IU, vinculada generacional y culturalmente al orden de 1978, ha tenido en general- y salvo honrosas excepciones principalmente provenientes de las bases- reacciones tímidas y conservadoras, que confiaban en estarse moviendo en los mismos parámetros de antes de la crisis orgánica y en recoger en forma paulatina y progresiva los apoyos que iba perdiendo el PSOE, desde su autoubicación a su “izquierda”.
En medio de la crisis política, las fuerzas de izquierda nacionalista han analizado, en todo el Estado, y en particular en Catalunya, que este es el momento preciso para aparecer en la movilización soberanista. Lo han hecho, en general, confiando en la unilateralidad, una estrategia muy rentable en el corto plazo electoral pero que puede abocarles ahora a un callejón de muy difícil salida, como podríamos ver con motivo de la consulta en Catalunya el 9 de noviembre. La cuestión general constituyente reaparecería así en toda su complejidad y plurinacionalidad. Las hipótesis movimientistas y de gran parte de la extrema izquierda, instaladas en un cierto mecanicismo por el que “lo social” ha de preceder siempre a “lo político”, se han demostrado incorrectas para romper la impotencia de la espera y proponer pasos concretos más allá de la movilización. Todo esto ha sucedido mientras los sectores dominantes desplegaban una amplia y profunda ofensiva sobre el pacto social y político de 1978. Esta ofensiva deconstituyente busca dejar sin sentido o sin vigencia las partes más progresistas del acuerdo constitucional, marchar sobre los contrapesos populares o democráticos en los equilibrios del Estado y abrir una redistribución regresiva del poder y la renta, aún más en favor de la minoría dominante. Seguramente la disyuntiva política estratégica hoy está entre restauración oligárquica o apertura democráticoplebeya, posiblemente en un sentido constituyente.
Por tanto, los análisis excesivamente optimistas con respecto a la crisis orgánica del régimen de 1978 deben ser compensados al menos con dos aseveraciones:
1) Esta crisis se produce en el marco de un Estado del Norte, integrado en la Unión Europea y la OTAN, que no ha visto mermada su capacidad de ordenar el territorio y monopolizar la violencia; de ordenar los comportamientos y producir certeza y hábitos; que no vive importantes fisuras en sus aparatos y que no parece que vaya a sucumbir por acometidas de movilización social más o menos disruptiva. Esto imposibilita tanto las hipótesis insurreccionales como las de construcción de contrapoderes “por fuera” de la estatalidad.
2) La crisis política puede tener mucha menor duración que la económica: no tenemos todo el tiempo del mundo. Una buena parte de la contestación social hoy existente deriva de una “crisis de expectativas” que ya no se repetirá para las siguientes generaciones, sobre las que hace mella el efecto domesticador del miedo y el empobrecimiento, con una exclusión social que ya amenaza a un tercio de la población y que podría estabilizarse en esos umbrales. Al mismo tiempo, el exilio y la destrucción de los nichos sociales y profesionales de los que se nutre la contestación (tercer sector y ONGs, universidad, funcionariado, sindicalismo,etc.) es un torpedo contra la línea de flotación material de la militancia de la izquierda. Tras una serie de ajustes que sean además vividos como una victoria política de alto contenido simbólico sobre las clases subalternas, la oligarquía puede estabilizar un país ya disciplinado que asuma como normal el empobrecimiento y exclusión de amplias capas sociales y determinados estrechamientos en las posibilidades democráticas. Los ejemplos estadounidense e inglés tras Margaret Thatcher nos tienen que servir de alerta: el neoliberalismo destruye pero, sobre la derrota de las clases populares, también construye nuevos órdenes y acuerdos. Si la crisis económica parece que tendrá un largo recorrido, la ventana de oportunidad abierta puede cerrarse mucho antes si se consuma la ofensiva oligárquica con un cierto reposicionamiento subordinado de un PSOE algo oxigenado y si las élites proceden a una restauración por arriba que asuma la parte más inofensiva de las demandas ciudadanas que hoy no tienen cabida en el orden de 1978 y el rol semicolonial en la Unión Europea.
2. Las elecciones del 25 de mayo de 2014 y el nuevo escenario político.
Las elecciones europeas del 25 de mayo de 2014 no fueron unos comicios más, sino que supusieron un pequeño terremoto en el escenario político que mostró algunos de sus precarios equilibrios y lo endeble de posiciones que parecían muy asentadas.
El dato más relevante es que el Partido Popular, que perdió 2,6 millones de votos, y el Partido Socialista Obrero Español, que perdió 2,5, juntos apenas alcanzaron el 49% del sufragio. No es sólo que “perdiesen” las elecciones por primera vez en la historia de nuestro sistema de partidos (cuando en las elecciones europeas de 2009 sumaron juntos el 81% del voto), sino, más importante, que se rompió el juego de vasos comunicantes por el cual lo que pierde el primer partido de la alternancia lo recibe el otro, en un movimiento que oxigena la pluralidad interna al tiempo que cierra la puerta a la alternativa y salvaguarda los consensos sistémicos que comparten los dos partidos dinásticos. El elemento fundamental de esta erosión de los principales partidos del régimen –que no todos, no hay que confundir régimen con bipartidismo como hacen otros- es el desgaste y la crisis del PSOE. El Partido Socialista ha sido (tras el papel inicial del PCE y CCOO) el artífice de la integración de las clases subalternas al Estado de 1978 (y por tanto también de las conquistas sociales subordinadas en éste) y pieza clave, después, en su incorporación al pacto social neoliberal. Es quien cierra el espacio político “por la izquierda” y es su crisis la que abre las oportunidades políticas para una nueva mayoría. Si se recompusiera siquiera parcialmente de su desprestigio y sus problemas internos, y postulase un nuevo líder con pocos vínculos simbólicos con el pasado, podría recuperar parte del espacio perdido y estrechar así las opciones para una fuerza de ruptura democrática, relativamente transversal dentro del discurso de unidad popular y ciudadana.
La otra amenaza para la expansión de la ruptura sería que el Gobierno pudiese presentar tímidas “evidencias” de que las medidas de ajuste nos han hecho pasar ya lo más duro y que se avecina la recuperación. Por lenta y remota que sea, la narrativa de que se han hecho los deberes más duros y ahora se avecina el tiempo de la cosecha del esfuerzo, es muy peligrosa por la reoxigenación.
Junto con esa ruptura del movimiento de vasos comunicantes, se ha rasgado el mito de la imposibilidad de una mayoría que no pase por el PP y el PSOE, y por tanto de la necesidad de colocarse a uno de sus costados ideológicos. Las elecciones del 25M han mostrado que hay
posibilidades de una nueva mayoría, y esa grieta en el imaginario del orden permite avanzar las hipótesis más arriesgadas y audaces, que ya no parecen imposibles para la sociedad.
Podemos, con sus 1.245.000 votos y su 8% a nivel estatal, ha irrumpido como una fuerza política con mucha mayor fuerza de la que reflejan los números. No es exagerado decir que estamos hoy en el centro del debate político español: somos el objeto prioritario de los ataques del PP, del PSOE y del oligopolio mediático. La casta se ha mostrado claramente a la defensiva, usando nuestras palabras y corriendo a justificarse, a insultarnos o a vestirse con ropajes nuevos. Los creadores de opinión del régimen están envueltos en una masiva operación de reenmarcado que sitúe la discusión pública no sobre los problemas de España sino sobre situaciones o actores de otro tiempo o que están a miles de kilómetros de distancia; al mismo tiempo, intentan que Podemos no hable más que para defenderse, que se discuta no de lo que dice Podemos sino sobre la “polémica” contínua en torno a Podemos, que más allá de su veracidad genere un efecto de ruido y alejamiento, así como de encasillamiento en una posición
simbólica de “extrema izquierda”, ignorando la diversidad de sus votantes y simpatizantes.
Podemos ha tenido dificultades hasta ahora burlando esta maniobra de cerco con la que la casta pretende volver a las certezas de antes de la crisis política, pero los principales
portavoces de esta ofensiva no tienen hoy el prestigio ni el crédito de antes de la crisis orgánica, lo que lastra su labor y abre la posibilidad de una reacción boomerang entre sectores muy diversos. Lo desmesurado de los ataques también ha ilustrado a ojos de mucha gente el miedo que Podemos ha despertado en los sectores más conservadores del régimen del 78.
Con todo, los resultados del 25M y su impacto en el escenario político español demuestran la validez de la hipótesis de la unidad popular: pese a nuestra fragilidad organizativa -comprensible para una fuerza recién nacida-, hemos abierto una grieta que hoy ha acelerado el tiempo político español, ha sacudido los viejos equilibrios, ha provocado dimisiones y prisas en la recomposición y ha mostrado un posible camino para construir una mayoría política de cambio en un sentido popular en España. Nuestro reto ahora es estar a la altura de la inmensa ola de expectativas y esperanzas que hemos generado. Porque el momento actual presenta diferentes elementos que constituyen una oportunidad política difícilmente mejorable en un contexto no revolucionario: relativa debilidad política del gobierno, ausencia de indicadores positivos –siquiera sea parciales- con los que renovar la confianza en el ajuste, crisis del principal partido de la alternancia en el turnismo, expansión del descontento, espiral ascendente de ilusión popular por la posibilidad del cambio, que principalmente cristaliza en Podemos, y falta de elementos culturales y simbólicos con los que las élites viejas puedan relanzar algún relato para recuperar parte de la confianza y el prestigio perdido.
En un contexto de aguda deslegitimación del conjunto del entramado político e institucional del régimen -que no deja de dar muestras de podredumbre, si bien hasta ahora controlada- Podemos aparece como una fuerza outsider, sin hipotecas (de ahí el esfuerzo de los medios del régimen por fabricar una “mochila ideológica” extremista) y en la mejor posición para cosechar el desprestigio del establishment. Esa posición, que nos convierte en un claro referente de la
dicotomía “nuevo/viejo” (de las formas participadas y con protagonismo ciudadana y popular frente a las viejas formas de política de élites y despachos), será incompatible con el menor caso de corrupción y es hasta cierto punto difícil de mantener en el tiempo cuando nuestra política no sea sólo de construcción de voluntad de cambio sino que se enrede en la gestión, sus necesarias transacciones y compromisos, en un momento de estrechamiento de la autonomía de las instituciones subnacionales frente al plan de ajuste.
Por decirlo en forma directa: el momento es ahora, antes de que los grandes actores y el entramado mediático-financiero y de los aparatos del Estado recompongan parte de la legitimidad perdida al tiempo que despliegan una campaña articulada y previsiblemente brutal contra Podemos. El momento es ahora, también, porque en un Estado moderno con una sociedad civil articulada –y en nuestro caso fuertemente hegemonizada por la derecha- el mero paso del tiempo nos desgasta y nos asienta como un actor más en un sistema de partidos en recomposición, abocándonos a una estrategia de lento crecimiento en un escenario ya estabilizado, en el que sería difícil competir con los partidos políticos grandes que representan a los poderes dominantes. Es ahora, en el momento de la descomposición, cuando Podemos puede ser una palanca que subvierta las posiciones dadas, hoy más bien flotantes y frágiles los equilibrios e identificaciones, y llegue al Gobierno postulando un discurso de excepción para una situación de excepción: todo se cae, lo viejo ha perdido la confianza y la vergüenza, que se vayan todos, hace falta un gobierno nuevo al servicio de la gente; Podemos es esa fuerza, por capacidad, honestidad y voluntad. Esta maniobra puede no darse de inmediato ni en solitario, pero es el tipo de orientación, estilo y perspectiva que nos puede permitir ganar. A ella habría que adaptar el tipo de organización, la política de alianzas y el marco estratégico en el que inscribamos las diferentes iniciativas políticas.
Desde este marco de análisis podemos situar con mejor perspectiva el necesario y crucial debate en torno a las tareas y desafíos que tiene que afrontar Podemos en este ciclo político acelerado y sin duda decisivo. Pensar los siguientes pasos a dar, tanto en los niveles institucionales: elecciones municipales, autonómicas y generales; como organizativos: qué organización a la altura de este presente y sus desafíos, qué herramienta para sumar, articular y conformar una nueva mayoría con voluntad y capacidad de poder político.
Tenemos por delante un año y medio que va a ser decisivo en la historia de nuestro país. Por el propio calendario y el desarrollo de la crisis política, lo electoral está y va a estar en el centro de la disputa política en este ciclo acelerado, aunque no es el único terreno político. Podemos tendrá que dotarse de herramientas que le permitan librar esas contiendas con eficacia. La prioridad en lo organizativo que se deriva de un análisis y unos retos como los aquí esbozados, es por tanto la de construir en primer lugar una máquina política, discursiva y electoral -que no se limita a la estructura de Podemos y que irradia ya a otros actores- que esté en disposición de aprovechar la ventana de oportunidad de la crisis del régimen de 1978, en un contexto de enorme hostigamiento y maniobras de distracción o de estigmatización, en el mejor de los casos, y de destrucción política en el extremo. Tenemos ante nosotros la posibilidad y la responsabilidad de contribuir decisivamente a la construcción de una voluntad popular nueva para el cambio político en favor de las mayorías sociales.
Podemos, claro que Podemos.
Preborrador Principios Organizativos
Sobre los Principios Organizativos de Podemos Documento Pre-Borrador
Preámbulo
Este documento tiene por objeto establecer los principios básicos a partir de los cuales aspiramos a organizar PODEMOS. Se trata de un primer borrador de carácter general sobre el que empezar a discutir entre todos y todas, con carácter enteramente abierto y participativo, los principios y los planteamientos organizativos que queremos.
El objetivo de PODEMOS es crear la estructura organizativa más democrática, abierta y plural que ha conocido nunca nuestro país. En este sentido, el presente pre-borrador propone una estructura en la que el máximo órgano de decisión es la Asamblea Ciudadana, un órgano sin representación en el que la última palabra la tiene siempre el conjunto de la gente que haya decidido ser parte de este proyecto. A su vez, propone una diversidad de modos de pertenencia para que ningún ciudadano o ciudadana que quiera ayudar a construir este proyecto pueda quedar excluido por razones económicas, familiares, laborales o de cualquier otra índole. El objetivo es garantizar que este sea realmente un proyecto de todas y todos: las personas que trabajamos en los círculos, los colaboradores económicos (puntuales o regulares), los compañeros y compañeras que han ofrecido su disponibilidad de tiempo en el banco de talentos y cualquier ciudadano o ciudadana que quiera inscribirse para sacar adelante este proyecto. Todos ellos serán bienvenidos como “afiliados”, en el sentido en que lo exige legalmente el Ministerio del Interior, a saber, sujetos con derecho de participación en esta nueva forma de hacer política que queremos impulsar: capacidad de decisión, derecho a elegir a los representantes, posibilidad de revocarles si pierden su confianza, derecho a participar en las deliberaciones, etc. Es la hora de la gente y lo vamos a demostrar. Os animamos a mejorar sus contenidos para dar paso al alumbramiento de la organización política más democrática, ciudadanista y transparente de nuestra historia.
Este primer documento incorpora un conjunto de principios y propuestas, pero no es un documento técnico. Esta consideración es relevante porque al final de este debate, para que nuestros acuerdos puedan hacerse efectivos, esta propuesta o cualquiera que llegue a formularse tendrá que transformarse en un documento técnico. Sólo así podrá validarse en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior y, así, hacerse efectiva.
Dadas estas circunstancias, proponemos articular este debate en dos fases:
1ª. Un debate político abierto sobre los principios generales de organización.
2ª. Un momento posterior de elaboración del documento o los documentos técnicos que reflejen el resultado de los debates y se ajusten a los parámetros establecidos por la Dirección General de Política Interior y el Registro de Partidos Políticos. En este sentido, con la intención de crear un marco claro de trabajo, os participamos en los anexos finales a este documento los capítulos mínimos que requiere el Registro de Partidos Políticos para la validación de los documentos organizativos, así como un planilla-tipo elaborada por el propio Ministerio que ofrece sus pautas sobre los aspectos imprescindibles en términos de legalidad organizativa.
http://www.infoelectoral.mir.es/documents/10184/28153/modelo_estatutos.pdf/a695ddde-3437-4d70-b3ae-acc6f06b2542
Principios organizativos de Podemos
1º. PODEMOS es una organización política orientada a promover y defender la democracia y los Derechos Humanos en todos los ámbitos de la sociedad. PODEMOS se organiza de manera democrática y fomenta el debate y la participación abierta, respetuosa y directa de todos sus miembros en la toma de decisiones de la organización.
2º. PODEMOS utiliza todas las herramientas presenciales y telemáticas a su alcance para promover el empoderamiento ciudadano dentro y fuera de la organización y la participación directa de la gente en la toma de decisiones públicas y políticas.
3º. En PODEMOS, todos y todas tienen derecho a voz y voto. El voto de todos los miembros tendrá el mismo peso, sin que quepa alteración alguna a este principio básico de igualdad política.
4º. En PODEMOS todo el mundo tiene derecho al ejercicio del sufragio activo (elegir) y pasivo (ser elegido) en todos los niveles de la organización.
5º. En PODEMOS, cada persona tiene derecho a un voto. El peso de todos los votos será siempre el mismo, con independencia de cuál sea su origen, territorio, nacionalidad, edad o confesión. El voto de ningún miembro podrá contar más que el voto de otro.
6º. PODEMOS promueve el género como único correctivo al ejercicio del derecho al sufragio pasivo (ser elegido/a). Todos los órganos de representación de PODEMOS tendrán una representación paritaria de mujeres y hombres. La proporción de unas y otros nunca podrá situarse fuera de la ratio 40/60 para cada género.
7º. La unidad básica de organización de PODEMOS es el Círculo. El Círculo es la herramienta con la que PODEMOS promueve la participación, el debate y la relación activa con la sociedad1. Los Círculos PODEMOS pueden ser de carácter territorial o sectorial. Además de los Círculos, PODEMOS promueve otras formas de participación abierta y ciudadana, como el Banco de Talentos, el Banco de Ideas, la colaboraciones, etc.
8º. La elaboración de los programas electorales, la confección de las listas de candidatos y candidatas a los órganos de representación institucional, la elección de portavoces o de miembros de los Consejos Ciudadanos de PODEMOS se llevará a cabo siempre de manera abierta a todas las personas que componen PODEMOS en el ámbito territorial correspondiente. Se abrirán siempre procesos de debate ciudadano sobre los contenidos de los programas y se utilizarán las formas refrendarias abiertas y ciudadanas para la selección de candidatos concurrentes a las elecciones.
9º. PODEMOS es una organización estatal que actúa con criterios de universalidad, coherencia y responsabilidad. Corresponde a la Asamblea Ciudadana Estatal (es decir, a todos los miembros de PODEMOS) o a los órganos en que delegue, la toma de decisiones que afecten al conjunto de PODEMOS, cualquiera que sea el nivel sectorial o territorial en el que se originen esas cuestiones. Corresponde a la Asamblea Ciudadana Estatal, o los órganos en los que delegue, todas las decisiones relativas a las líneas básicas de acción política general, los objetivos organizativos, las vías de financiación, la representación y las acciones jurídicas, la planificación de las estrategias electorales en todos los niveles territoriales, la definición de las políticas de acuerdos o eventuales alianzas con otros grupos sociales o políticos, etc. La participación y decisión de todos los miembros de PODEMOS a través de procesos refrendarios será la que, en última instancia, garantizará siempre la acción coordinada, coherente y responsable de la organización en todos los ámbitos territoriales y sectoriales.
10º. PODEMOS promueve la participación directa de todos sus miembros en los procesos de toma de decisiones que afecten de manera relevante a la organización, recurriendo a todas las herramientas presenciales y telemáticas que puedan ampliar y garantizar la participación política democrática. PODEMOS fomentará todos los espacios presenciales de participación al tiempo que se apoya en distintas herramientas informáticas para facilitar la deliberación y la toma de decisiones entro todos y todas. A través de las acciones impulsadas desde todos los niveles de la organización y, muy especialmente, desde los Círculos, se habilitarán los mecanismos para facilitar la participación en igualdad de condiciones a quienes puedan tener mayores dificultades de acceso a internet.